viernes, 7 de mayo de 2010

Reserva Nacional Lomas de Lachay

La Reserva Nacional de Lachay muestra dos estaciones bien marcadas: una invernal (junio a octubre), en la que las lomas están en todo su verdor y color; y otra de sequedad (de enero a abril). Las frías aguas de la corriente de Humboldt dan paso a neblinas invernales que llegan al litoral acarreadas por los vientos alisios, lo cual riega el desierto y da origen a la vegetación de las lomas. Es un laboratorio de vida, tiene una pródiga flora que suman 74 especies (papaya silvestre, tabaco silvestre, papa de montaña, ortiga, amancae, tara, entre otros), y su fauna la conforman mamíferos (venado gris y zorro costeño), reptiles (jergón y lagartija), 225 especies de insectos y una gran cantidad de aves (lechuza de los arenales, halcón peregrino, cóndor, cernícalo, entre otros). Además, en el lugar se pueden encontrar formaciones pétreas de curiosas siluetas, y visitar algunas zonas arqueológicas de culturas precolombinas, así como lugares con pinturas rupestres.



Pues la zona de Lachay, según investigaciones arqueológicas, ha sido ocupada desde tribus pre-cerámicas de cazadores y recolectores, hasta culturas peruanas como los Chavín, Tiahuanaco, Moche, Chimú, Chancay, hasta la llegada de los Incas. La Reserva Nacional Lomas de Lachay tiene como objetivos, proteger el ecosistema de lomas costeras, resguardar y restaurar la fauna y flora silvestre, promover la investigación científica, así como fomentar entre la población la preocupación por el medio ambiente.



Se llega a las Lomas girando a la derecha desde el Km 105 Panamericana Norte, siguiendo por una ruta de unos 4 km más. Se ubica en la localidad de Chancay. Dentro de la reserva se puede acampar, siempre y cuando se respete el bienestar del medio ambiente. Se recomienda seguir las indicaciones del guía y no salir de los senderos de ruta.